Instale Mejores Techos Aprovechando La Ciencia De La Construcción

Cada año, los desastres naturales y climáticos en América del Norte provocan millones de dólares de daños en hogares y edificios. Es por eso que algunas organizaciones, como el Instituto de Seguros para Riesgos en Comercios y Hogares (Insurance Institute for Business & Home Safety, IBHS) y el Instituto de Reducción de Costos en Catástrofes (The Institute for Catastrophic Loss Reduction, ICLR) hace años que están estudiando esta problemática. Y aunque se encuentran del otro lado de la frontera y tienen diferentes misiones, las dos organizaciones tienen mucho que enseñarle a la industria del techado acerca de cómo reducir las pérdidas asociadas a los eventos climáticos severos.

En este artículo aprenderá qué implicancias tienen para usted, sus clientes y nuestra industria la ciencia de la construcción y las investigaciones que llevan a cabo estas organizaciones.

¿cuál es el impacto del cambio climático en la ciencia y el código de construcción?

Según Dan Sandink, director de investigaciones de ICLR en Canadá, con el cambio climático lo eventos meteorológicos serán cada vez más severos. Y por eso, las organizaciones como la suya están trabajando con las entidades reguladoras para asegurar que los códigos y los estándares estén actualizados y así mitigar los daños. Por ejemplo, Sandink nos cuenta que, en Canadá, se está desarrollando una nueva guía nacional de construcción contra incendios forestales, con la intención de reducir la posibilidad de que los techos se incendien y las llamas ingresen a las casas por los techos. Además, se está trabajando en cambios más profundos en los códigos nacionales para vientos y lluvias que esperan implementar en 2025. 

En Estados Unidos, el Sistema FORTIFIED™ de IBHS es un excelente ejemplo de cómo las organizaciones hacen eco de estas tendencias en los patrones del clima y la meteorología para cambiar la forma en que se construye. Mark Zehnal, especialista senior en techados de IBHS lo explica: “El techo es una parte importantísima de la casa. Son los que sufren el mayor impacto, todo el tiempo, día y noche. Siempre está expuesto. Es nuestro escudo, el escudo de nuestra casa. Y lo que mucha gente no comprende es que el daño no solo lo causa el clima, sino que a veces el daño lo causan los restos que quedan en el aire y que suelen acompañar al clima severo”.

Según Zehnal, más del 90% de los reclamos de seguros que analiza el IBHS cada año se relacionan con daños en el techo, pero si se instala correctamente, el techo debería poder proteger las propiedades de tormentas con vientos EF1 o EF2.

¿Que impacto tiene todo esto cuando instalamos un techo?

Es fundamental que las empresas de techados y los instaladores sigan los métodos de aplicación apropiados para evitar futuros daños provocados por eventos climáticos desastrosos. Tanto Zehnal como Sandink subrayan la necesidad de que todos los componentes del techado trabajen juntos. Y aunque las condiciones climáticas en cada lado de la frontera son distintas, los dos coinciden en un punto: el viento en sí mismo no es el único que causa el daño. También le abre las puertas al verdadero villano: el agua.

La mayoría de las áreas más pobladas de Canadá suelen sufrir tornados, y Sandink explica que, aunque el daño suele describirse como “pérdida de cubierta del techo”, ese no es el mayor problema. El verdadero problema es que una vez que se perdió la cubierta, el agua puede penetrar en el techo. Por eso, como indican en IBHS, si bien es importante mantener la cubierta del techo, es muchísimo más importante asegurarse de que en caso de que se pierda parte del recubrimiento, o todo, el techo siga sellado.

¿Y cómo podemos lograrlo? Bueno, para empezar, hay que asegurarse de considerar el sistema y método de instalación como un todo. Esto incluye comprender las instrucciones específicas de aplicación para los productos que está usando, ya que pueden variar según el fabricante. Por ejemplo, debe asegurarse de considerar los límites de temperatura que requiere el adhesivo de las tejas.

La ciencia de la construcción moderna también revela algunas cosas que podrían ser contraintuitivas con respecto a “la manera en que siempre se hicieron las cosas”, lo que implica que es fundamental que los contratistas estén al tanto de estas variaciones. Zehnal nos brinda este ejemplo: los métodos de instalación tradicionales indican que hay que colocar el borde metálico en primer lugar en un alero, y después el recubrimiento. Las investigaciones de IBHS demuestran que eso es una vulnerabilidad, porque las tejas no tienen un punto de conexión en el borde. IBHS recomienda instalar primero el recubrimiento en el alero, después el borde de metal encima de modo que el recubrimiento quede sellado debajo. ¿El agua no oxidará el borde de metal? No, hay que usar un producto autoadhesivo para sellar el recubrimiento al borde, de modo que, si el agua llega a pasar las tejas, simplemente corre y se escurre.

¿Cómo hay que instalar los productos iko para lograr un techo con mejor rendimiento?

Según Jack Gottesman, gerente de marketing de IKO en Estados Unidos, tanto los fabricantes como los contratistas tienen que adaptarse a lo que sucede a su alrededor y ajustar los productos y los procesos adecuadamente. “Hemos visto tendencias que muestran que el clima es cada vez más turbulento en toda América del Norte. Necesitamos pensar en el futuro de forma diferente de cómo hemos abordado el tema en el pasado.”

Por eso, IKO hizo foco en desarrollar métodos de instalación de mejor rendimiento, con el objetivo de ofrecer a los contratistas métodos y productos para instalar techos que no solo cumplan, sino que excedan los requerimientos de los códigos de construcción locales.

Según Mark Okland, gerente de cuentas nacional de IKO (y gurú técnico en todo el mundo), el método de instalación de IKO fue diseñado de acuerdo a las indicaciones de IBHS FORTIFIED, que se basan en cuatro pilares del rendimiento de la instalación:

1. Asegurar la cubierta.
2. Sellar el techo.
3. Cerrar el perímetro.
4. Instalar tejas de alto rendimiento.

Okland piensa que todos se concentran en las tejas -que sí, son importantes- pero son solo la cereza del postre. Hay que asegurarse de que las tejas se queden en el techo; pero en caso que no lo hagan, también hay que asegurarse que la cubierta del techo siga estando protegida de las filtraciones de agua. Por eso, el sistema IKO se concentra no solo en las tejas, sino también en los accesorios de alto rendimiento, e incluso en el método de instalación. Asegurar que el sistema funciona de forma integral es lo mejor para el propietario, para el contratista, para la compañía de seguros y para el fabricante. Todos ganan.

¿Cómo usarlo como un argumento de ventas frente a los propietarios?

El clima es impredecible. Y si bien es un tema que da miedo y los propietarios no quieren ni pensarlo, el contratista tiene la responsabilidad de explicar su importancia. El propietario típico no sabe cómo está compuesto un techo. Pero si se explican los distintos elementos que lo componen, y por qué son importantes, pueden tomar decisiones informadas sobre cómo proteger no solo su techo, sino también a su familia.

No es solo una responsabilidad moral: además hay un beneficio económico en la venta de un techo de rendimiento. Los contratistas pueden usarlo como un diferencial, ya que educarán a los compradores sobre temas que nadie más les explica (los demás parecerán principiantes en comparación), y además hay grandes oportunidades de ventas adicionales, tanto de productos como de mano de obra. Y por supuesto, instalar el techo correctamente desde el principio implica muchas menos llamadas posteriores para solucionar problemas.

Otra cosa a tener en cuenta es el beneficio cuantificable para el propietario que implica la protección de pérdidas. En palabras de Zehnal, “Son pérdidas evitables. Las investigaciones de IBHS demuestran que si el techo se instala correctamente, se reduce la posibilidad de pérdidas”. Además, al usar sistemas de instalación de rendimiento, el propietario califica para descuentos en el seguro.

No solo se trata de las pérdidas materiales, que muchos propietarios pueden recuperar gracias al seguro, además hay aspectos sociales y emocionales en estos casos que no se pueden recuperar fácilmente. Sandink dice, “Lo que más impacto tiene en la vida de los propietarios son otras cosas. La pérdida emocional y social de tener que desplazarse, transitar la reconstrucción del hogar, y probablemente incluso ver a los vecinos irse de un vecindario devastado. En los peores casos, toda la comunidad y la economía local se ven afectadas por estos eventos”.

¿Qué tiene que hacer un contratista?

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